EDAD PARA DEJAR EL CHUPETE

Bebé con chupete durmiendo

Tenemos claro que aconsejan sobre los dos años que nuestros hijos deben dejar el chupete, biberón, el dedo si se lo chupan… ¿Pero tiene que ser exactamente con dos años? Y si nuestro hijo es feliz con él ¿tiene que ser ya mismo? ¿Cuándo podemos saber si ha llegado el momento para quitárselo? O a lo mejor hay motivos por los cuales pueda conservarlo un tiempo más, y pasaría algo si no lo dejara? ¿Cómo podemos echarle una mano para que lo pueda dejar sin esfuerzo?

Desde que nacen todos los bebés necesitan de manera natural succionar y esto les dura hasta los dos o tres años, y cada uno cubre esa necesidad a su manera. Hay bebés que nunca han necesitado el chupete, otros se conforman con el pecho de la madre, o con el biberón y otros con el dedo. La función de la succión no sirve solamente para alimentarse, ya que al presionar sobre el paladar de una forma específica, eso consigue que el niño se calme y consiga normalizarse con las dificultades que le suceden cada día, ya que todavía no tiene otras maneras de hacerlo. Además los niños relacionan la succión con los primeros contactos con mamá, que les resultan cálidos y reconfortantes.

Pero como en todo, llegará un momento  en el que de forma natural desaparecerán las ganas de succionar y eso suele ser en torno a los dos años de edad.( 24 a 36 meses). Pero no os preocupéis si lo usan con más edad, ya que ello no tiene porque suponer ningún problema ni actual ni futuro, simplemente ya llegará el día.

¿QUE PASA SI NO DEJA EL CHUPETE?

Algunos necesitan el chupete más tiempo y otros necesitan menos. ¿Cómo se diferencia cuando hay problemas? Si el niño usa su chupete en ciertos momentos, por ejemplo para dormir o para lidiar con situaciones que causan estrés, no hay problema. Ni siquiera si tiene tres años. Por lo tanto, esta forma de usarlo no le va a provocar daño a la formación de los dientes (que es uno de nuestros mayores problemas) y es un comportamiento perfectamente normal que tiende a extinguirse.

El problema no es realmente un chupete, sino como lo usa. Esto es lo que debería preocupar más que la edad: ¿generalmente lo usa más y más, en lugar de menos? ¿Lo usa con insistencia y no puede ir a ningún lado sin él? Puede expresar dificultades para entender separaciones, necesita sentir más afecto, la llegada de un nuevo miembro a la familia, conflictos evolutivos … Cuando pasan estas cosas, lo último que se debe hacer es obligarles a detener el hábito. En primer lugar se tiene que determinar cual es la principal causa de ese comportamiento y una vez que se corrige esa causa , seguro que cambiará el hábito. No siempre se puede resolver solo, en ocasiones conviene acudir a un profesional para que nos ayude.

VAMOS A AYUDARLE A QUITARSE EL CHUPETE

Tenemos que ayudarles con la transición de quitarse el chupete sin forzarlos.

Si el niño mantiene una relación saludable con su chupete, puede terminar con el hábito de un día para otro o gradualmente. De esta manera damos un poco de presión:

Elegimos una ubicación física para el chupete juntos: estará allí y él puede preguntarnos cuando lo necesite (por supuesto, se lo daremos). Ya no está completamente disponible y es más fácil olvidarlo o simplemente buscarlo en momentos importantes.

Le recomendamos que lo reemplace con otro artículo que le reconforte, como una muñeca. Los dos pueden estar juntos por un tiempo, no hay problema.

Observamos los momentos en el que los niños nos piden que les demos el chupete: ¿Cómo está? ¿Triste, aburrido, abrumado? ¿Es posible que si lo seguimos, jugamos con él y lo abrazamos, él no necesita el chupete para para pasar ese mal rato?

Lo que tenemos que hacer es tratar de ofrecerle otras opciones  a cambio de chupetes, que es su forma de consolarse. No es hora de discutir ya que será peor, pero ofrece otras alternativas. Si sigue insistiendo y todavía quiere su chupete, se lo damos. La idea es reemplazar una manera de encontrar consuelo con otra que creemos que es mejor. El chupete le da, hasta dos años, una forma física de autoconfort. Pero los niños de esta edad pueden desarrollar cada vez más habilidades que no son físicas, casi todas vinculadas con el juego y el apoyo emocional.

¿CHUPETE O DEDO?

Chupete mejor que el dedo

Tenemos que estar tranquilos ya que si hacen un  uso normal del chupete hasta dos o tres años es bastante difícil que tengan problemas con la formación de sus dientes. Sin embargo chuparse el dedo parece que si que afecta de una manera más importante  en la forma de los dientes que el uso de un chupete, por lo que si continúa con esa costumbre después de dos años, es conveniente que el dentista revise su boca.

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